lunes, 4 de julio de 2016

LUCHA Y CONDUCTA POR LA LIBERTAD Y LA JUSTICIA SOCIAL

                Su nombre completo, Eleodoro de San Pedro Nolasco Fierro nació el 4 de julio de 1840 en Córdoba, sus padres fueron Don Manuel Fierro y Doña Rosa Montenegro, quienes tuvieron siete hijos. Eran poderosos hacendados del norte de la provincia que poseían grandes extensiones de campo en San Francisco del Chañar. Su padre fallece cuando Eleodoro era apenas un niño, a partir del fallecimiento de su padre, la familia deja la estancia del norte y se radica en la capital cordobesa. Debido a la falta de la figura paterna, su tío sacerdote comienza a influir en Eleodoro, quien años más tarde ingresa en la Real y Militar Orden de Nuestra Señora de la Merced, lugar reservado para los hijos de las familias ricas que desearan seguir con los estudios sacerdotales.

                En 1866 Fierro es nombrado cura de la iglesia de San Francisco del Chañar, volviendo de esta forma al paraje que lo vio nacer y donde había vivido gran parte de su infancia. Conocía de esta forma la cruda realidad de la zona donde se propagaba la miseria, la pobreza, la falta de educación y postergación de sus habitantes.

                En el medio de esta difícil realidad de la zona se suma que la provincia es azotada por una terrible epidemia de cólera que en dos meses había matado a más de siete mil personas. Allí es donde el padre Fierro se inicia con la labor que iba desde atender enfermos, darles los últimos auxilios espirituales a los moribundos, cavar fosas y sepultar cadáveres, mientras que desde el púlpito instaba a los feligreses a ayudar a los hermanos enfermos. Toda esta situación sumada a su preocupación y compromiso constante por defender los derechos de los pobladores más postergados lo llevaría a ser un hombre muy querido y admirado entre la paisanada, lo sentían como uno más de ellos ya que era común encontrar al sacerdote mezclándose entre los pobladores compartiendo sus quehaceres y entretenimientos.

                En 1871 iniciará su carrera política, ya que los vecinos de San Francisco del Chañar lo eligen presidente de la corporación municipal, un cargo semejante al de intendente, allí, iniciará una obra de fuerte carácter social que brindará profundos cambios para mejorar la calidad de vida de los habitantes. Para esa noble tarea cuenta con el apoyo absoluto del pueblo, pero no así del caudillo político del departamento que ve en la figura de Fierro a un revolucionario que puede opacar su poder. Inmediatamente el jefe político inicia una campaña en su contra argumentando que el cura dedicaba más tiempo a hacer politiquería que a atender las demandas espirituales de la población. Poco después la cúpula de la iglesia le pide la renuncia inmediata al cargo político que ocupa, cosa que cumple en contra de su voluntad aunque permanece al frente de la parroquia durante seis años más.

                Más tarde, en 1873 prosiguió con sus confrontaciones tanto con el poder político como con el eclesiástico a raíz de su apoyó a las incursiones armadas de los opositores de Taboada e Ibarra, quienes gobernaban despóticamente la provincia de Santiago del Estero. Un año después, en 1874 es elegido elector para gobernador y vice de la provincia por el departamento Sobremonte.

                En los inicios de su carrera política, pertenecía al Partido Autonomista, quienes representaban el sentido federal y opositor al Partido Liberal Nacionalista. También, sus virtudes políticas las llevó adelante desarrollándose como periodista donde publicaba sus posiciones políticas en varias publicaciones entre ellas el diario El Sol de Mayo, el semanario La Carcajada y otros diarios donde resaltaba su posición de oposición al régimen conservador. También a través de sus divulgaciones, se vio envuelto en una dura disputa dialéctica con la iglesia a la que él pertenecía. A través de las páginas de distintas publicaciones el cura opinaba sobre las relaciones entre Estado y el clero. La iglesia le inicia un proceso que desemboca en la suspensión de Fierro como Sacerdote, más tarde la iglesia se ve obligada a levantar la suspensión y es nombrado canónigo de la iglesia catedral de Córdoba producto de las presión ejercida y de la gran defensa de su accionar que se produce por parte del pueblo.

                Su perfil lo muestra con una personalidad arrolladora, incansable luchador de la causa de los más desvalidos y defensor de la libertad y la igualdad. Fue sacerdote, periodista y orador, a sus dotes intelectuales los amalgamaba con su infatigable persistencia en los principios que defendía. Político apasionado, fue un personaje polémico que con su actitud en defensa de la verdad, la moral y la ética, se ganó muchos enemigos tanto en la política como en los ámbitos eclesiásticos. Fierro estaba convencido que había que cambiar la manera de gobernar y si para ello debía usarse la fuerza, estaba dispuesto a ejercerla.

                Se desenvolvió en el ámbito académico, primero como Profesor de castellano en el Colegio Nacional de Monserrat, por designación en 1881 del entonces Rector doctor Filemón Posse, y luego como profesor de Teología Dogmática y Teología Moral en la Facultad de Ciencias Sagradas de la Universidad Nacional de Córdoba, por designación del Rector don Alejo Carmen Guzmán.

                Fierro se había convertido en el principal opositor de los Juárez que, según su interpretación, coartaba los derechos y libertades públicas. El descontento popular crecía y la autoridad del gobernador Gavier se sostenía sólo por la represión que ejercía la policía a las órdenes de Marcos Juárez, éste había creado un grupo parapolicial llamado "La Cadena" formado por marginales que golpeaban a opositores, quemaban imprentas e impedían todo tipo de reuniones políticas contrarias al gobierno. En las elecciones, el P.A.N postuló la fórmula Marcos Juárez - Eleazar Garzón, que triunfa en comicios fraudulentos. La grave crisis económica que vivía la Nación, los negociados y la impunidad del gobierno de los Juárez estaban en su máxima expresión.

                En 1889 se constituye en Buenos Aires la Unión Cívica integrada por hombres que provenían de distintas corrientes políticas, Eleodoro Fierro que era un ferviente admirador de Leandro Alem y con quien mantenía un trato frecuente, no se mantendría al margen del nacimiento de esta corriente de la que lo vio participe desde su nacimiento. El 26 de junio de 1890 se produce la Revolución del Parque que provoca la caída de Juárez Celman, pero el régimen sigue intacto a través de Carlos Pellegrini. En Córdoba los sucesos desembocaron el 15 de mayo en la formación de la Unión Cívica, presidida por Juan Garro y el fundador de Almafuerte, Pedro C. Molina como vicepresidente, en todos estos eventos el cura Eleodoro Fierro participará desde un primer momento con activa participación en el movimiento revolucionario del 21 de mayo de 1891 que estalló en Córdoba para derrocar al gobernador Eleazar Garzón. Este alzamiento armado fue dirigido en su gran mayoría por dirigentes políticos, como Juan M. Garro candidato luego a la Vicepresidencia de la Nación por la Unión Cívica Radical, Pedro C. Molina, Abraham Molina, Manuel Vidal Peña, y el presbítero Eleodoro Fierro entre otros, todos ellos, dirigidos por el ex comandante Bello a quien lo secundaban los capitanes Espinosa, Estrada, Balcarce y el subteniente Tornquist. Tras la derrota, comienzan los arrestos y las persecuciones a los opositores. Además, por primera vez los “cívicos”, bajo el santo y seña “Córdoba por Alem”, utilizaron escarapelas y banderines con la divisa blanca y punzó.

                Eleodoro Fierro, integró el grupo de fundadores del Partido desde un principio. Participó en la dirección de la revolución radical de Córdoba de setiembre de 1891. Específicamente en Córdoba, resolvieron así constituir una liga política que se denominaría Unión Cívica Radical, El objetivo era concentrar a todos los sectores políticos y sociales que adscribieran a los principios fundacionales proclamados por la Unión Cívica de la Capital Federal, entre ellos los de ofrendar su vida en pos de la lucha por la igualdad y la libertad. Una vez tranquilizados los ánimos y liberados los detenidos, el cura Fierro preside la asamblea del 5 de agosto de 1891, se creaba en esta ciudad la primera liga secreta de carácter político, por inspiración del presbítero Eleodoro Fierro, quien abrazó, desde sus comienzos, la causa popular de Leandro Alem y de los Cívicos que pretendían desterrar el poder fraudulento del contubernio conservador en la Argentina.

                En esa época luchaban contra la corrupción del régimen imperante, durante el gobierno de Eleazar Garzón, reemplazante de Marcos Juárez, en esta provincia. La lucha, en el orden nacional, era contra el presidente Carlos Pellegrini, quien había reemplazado al renunciante Miguel Juárez Celman, con motivo de la revolución de 1890. Este sacerdote, en la época en que la Santa Sede aún permitía la participación ostensible del clero en confrontaciones partidarias, fue, por sobre todas las cosas, un luchador incansable contra las injusticias sociales y políticas de aquel entonces.

                Roca que seguía manejando la política nacional, le ofrece a Bartolomé Mitre, quien era uno de los miembros más conspicuos de la novel Unión Cívica, la candidatura a presidente de la Nación, con el fin de disgregar y detener el crecimiento de esta nueva formación política que clamaba por vientos de cambio en la Nación. En Córdoba, el 2 de julio de 1891, la Unión Cívica rechaza el “acuerdo” entre Mitre y Roca, que significaba consolidar el poder fraudulento, aprobando, la posición intransigente del Comité Nacional. Alem, Fierro y Molina repudian el acuerdo Roca-Mitre y producida la división nace así la Unión Cívica Radical.

                Luego de la revolución, la Unión Cívica se recompone, cierra sus filas y se estructura orgánicamente. Promueve una organización interna partidaria que será innovadora para la política argentina tomando el esquema sobre la base de la organización de los partidos políticos de los Estados Unidos de Norteamérica, de esta forma se abren comités en todos los distritos y provincias. Fue Hipólito Yrigoyen quien propuso la idea de una Convención para elegir la fórmula presidencial en Rosario, sobre la base de delegados popularmente elegidos de la Capital y de las provincias en número igual al de su representación en el Congreso Nacional, sosteniendo y promoviendo de esta manera, el sentido republicano y federal que se pretendía desde la Unión Cívica Radical para la Nación. Por otra parte, en Córdoba, Por primera vez en el país se usaba la expresión “Unión Cívica Radical” en un documento oficial constitutivo. El 14 de agosto, bajo la presidencia de Hipólito Yrigoyen, la primera Convención de Delegados Radicales mantuvo la denominación original de Unión Cívica, para la constitución del comité de la provincia de Buenos Aires y es recién al año siguiente, el 17 de noviembre de 1892 con la sanción de su Carta Orgánica, que la Convención Nacional establece oficialmente el nombre de Unión Cívica Radical.

                Luego de los acontecimientos revolucionarios, el partido prácticamente permanece inactivo hasta 1904, cuando se reúne el comité nacional de la UCR que presidía Pedro C. Molina; Córdoba es representada por el propio Molina y Eleodoro Fierro. Luego de esta reunión comienza a planearse la revolución de 1905, que estalla el 4 de febrero y fracasa, debiendo exiliarse sus cabecillas en Uruguay y Chile. Luego de este suceso Molina inicia la reorganización del partido creando comités departamentales, entre ellos el de El Salto, hoy Almafuerte, el 19 de abril de 1908, presidido por Abel Ortiz Molina.

En esta fotografía puede verse a Eleodoro Fierro
de pié a la izquierda, fue tomada en Córdoba
                En lo que atañe al fundador, Eleodoro Fierro, es llamado nuevamente para presidir la Junta de Gobierno de la Unión Cívica Radical en esta provincia en 1907, de dicha Junta formaron parte también, Elpidio González, Abraham Molina, Wenceslao Carranza y Diógenes Hernández. También se destaca la participación de Ignacio Amenábar Peralta, de Manuel Ordóñez, entre otros. Durante dos años, Fierro se dedicó intensamente a la organización del radicalismo en la provincia de Córdoba. Nunca dejó de lado la convicción de que la abstención revolucionaria y la lucha armada eran los únicos caminos posibles para llegar en Argentina al pleno ejercicio de la justicia social y de las libertades públicas, en especial, la libertad del sufragio tantas veces profanada por el régimen imperante.

                En junio de 1909, tras ser reelegido al frente del comité central, Molina renuncia contrariado por la manera en que los dirigentes porteños deciden el futuro del partido; se retira de la vida política dedicándose a la administración de sus campos y a planear la fundación de Almafuerte, quedando una vez más al frente del partido su viejo aliado, el cura Fierro.

                Fierro, fue miembro de la Convención Nacional y en 1906 era presidente del Comité Provincial, año en que dispuso y realizó una amplia campaña de reorganización. En abril de 1910, emprende un viaje a Europa acompañando a su sobrina Rosa, que había ganado una beca para perfeccionarse en piano con los mejores maestros de Italia. Su salud estaba resentida, el 8 de agosto de 1911, Eleodoro Fierro muere a los 71 años de edad. Sus restos descansan actualmente en el osario del cementerio de Turín.

 
Pablo Eduardo Vázquez

 

viernes, 29 de enero de 2016

Aristóbulo del Valle: Un Hombre de Estado

                Nació en Dolores, provincia de Buenos Aires el 15 de marzo de 1845. Su madre era Isabel Valdivieso, su padre, el coronel y estanciero Narciso del Valle, fue edecán de Juan Manuel de Rosas, y pertenecía a ese grupo de pioneros que conquistaron el desierto y extendieron la colonización ganadera; creando estancias, abriendo caminos, levantando fortines y pueblos. Muerto su padre, la familia de del Valle se trasladó a Buenos Aires.
                En Buenos Aires, Aristóbulo, realizó sus estudios, egresando del que más tarde sería el Colegio Nacional de Buenos Aires, para luego cursar la carrera de abogacía en la Universidad de Buenos Aires. Al estallar la Guerra de la Triple Alianza abandonó la carrera para ingresar en el ejército. Al terminar la contienda, retomó los estudios y se graduó como abogado en 1869 junto a otros prestigiosos como Alem, Dardo Rocha y Demaria, el tema de su tesis fue la intervención federal en el territorio provincial.

                Desde joven se desempeñó como redactor del periódico “El Nacional”. Una vez graduado, trabajó hasta su muerte como profesor de Derecho Constitucional. Sus clases llegaron a hacerse famosas en la ciudad, pues congregaban a estudiantes, intelectuales y personas ajenas a la Universidad que querían oír sus reflexiones.

                Aristóbulo Del Valle, al igual que su padre, adhirió siempre al federalismo y al autonomismo de la Provincia de Buenos Aires. Más tarde, su hermano Tadeo y su sobrino Delfor lo siguieron en sus ideas y su lucha afiliándose a la Unión Cívica Radical desde su nacimiento y participando activamente de la militancia, Delfor sería más tarde Diputado.

                Ingresó en la actividad política desde muy joven, siguiendo a Adolfo Alsina en el Partido Autonomista de la Provincia de Buenos Aires, actuando junto a Leandro Alem, de quien era su amigo, y con quien buscó desde un principio impulsar un sistema político efectivamente democrático. En 1870 fue elegido diputado nacional y en 1876 fue elegido senador nacional, llegando a presidir la Cámara Alta en 1880. Era considerado uno de los oradores más brillantes del país. Se declaró como un constitucionalista de profundo sentido republicano, nacional y democrático.

                Alsina y Sarmiento fueron sus maestros, su referente era Adolfo Alsina, toda esa generación se formó bajo la sombra y las ideas de ese hombre impulsivo, popular y valiente. Cuando Adolfo acordó con Mitre, sus discípulos, tomaron distancia del maestro. Sin embargo nunca dejaron de respetarlo.

                En el partido Autonomista existían dos tendencias políticas. El 12 de Enero de 1870 firma el manifiesto del Club 25 de Mayo y es elegido Vicepresidente, sus adversarios dentro del partido fundan el Club Libertad, a ambos los une la oposición a la federalización de Buenos Aires, pero por su distinta composición social e ideología, frente a las elecciones a diputados provinciales levantan sus propios programas y listas de candidatos.

                Pone el acento en el sufragio y en la autonomía de los municipios; se pronuncia por la abolición de los servicios y contra el acaparamiento de las tierras públicas y pide que éstas se pongan al alcance de la gente humilde. Integran la lista del Club 25 de Mayo, Aristóbulo del Valle, Leandro Alem, Dardo Rocha, Carlos Pellegrini y Luis Sáenz Peña.

                El 18 de Abril se realizan las elecciones; del Valle obtiene el mismo número de votos que Rocha, pero no es electo. Al año siguiente, el 24 de Abril de 1871, se realizan elecciones para elegir a los integrantes de la Convención Revisora de la Constitución Provincial. Esta vez del Valle resulta electo. También en 1871 integra la Comisión Popular que presta ayuda a los afectados por la fiebre amarilla. El mismo contrae la enfermedad, pero se salva. Del Valle fue nombrado ministro provisional de Gobierno del coronel Alvaro Barros y luego de Luis Sáenz Peña y Carlos Casares; tenía sólo 30 años.

                El 31 de Marzo de 1872 se efectúan elecciones en Buenos Aires para la renovación de la Cámara de Diputados, forman ahora el Club Electoral, que agrupa en general a la juventud del autonomismo. El 10 de Abril se hace el escrutinio, y entre los electos figuran Aristóbulo del Valle, Leandro N. Alem, Carlos Pellegrini y Dardo Rocha.

                En 1873, Aristóbulo, integra la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación. Como miembro del Club Electoral, que preside Alem, apoya la candidatura a Presidente de Adolfo Alsina. Cuando Alsina renuncia a sus pretensiones presidenciales y apoya la fórmula Nicolás Avellaneda-Mariano Acosta, del Valle participa activamente en pro de esta fórmula. El 12 de Octubre de 1874 asumen las nuevas autoridades nacionales. Del Valle es nombrado Ministro de Gobierno de la provincia. A fines de 1876 del Valle renuncia al ministerio de la gobernación y es electo senador nacional por Buenos Aires.

                 Aristóbulo del Valle fue el mejor orador de su tiempo. Las palabras de Del Valle no eran declamatorias, exageradas, no hablaba a los gritos como los demagogos, no gesticulaba, no pretendía irritar o seducir a la muchedumbre. Su lenguaje era sobrio, preciso, las frases estaban bien construidas. Fue honesto y decente como muy pocos. También fue un hombre valiente y de palabra, un hombre de honor, fue uno de los primeros nacionalistas y voceros de la clase media en desarrollo y bregó siempre por la libertad de prensa. Siempre fue muy crítico de los vicios conservadores de la corrupción y el fraude. Demócrata en política, constitucionalista en la esfera jurídica y proteccionista en economía, su accionar centrado en el ideario de Manuel Dorrego y en la que no cabía la suma del poder público, tuvo el más alto concepto del Estado nacional y luchó por su ordenamiento. Desde el senado propició una política proteccionista para fomentar la industria y trabajó fortaleciendo el rol del Estado como regulador de las desigualdades sociales existentes. Tuvo posturas progresistas como la democratización del régimen de la tierra. Se opuso a la privatización de los servicios públicos, y sostenía que: “El criterio de la empresa privada es el lucro, mientras que la del gobierno es su deber". Asimismo atacó las políticas que favorecían la formación de trusts o monopolios. Su lucha contra el régimen de Bancos garantidos autorizados a emitir papel moneda lo situó como uno de los introductores de una doctrina de nacionalismo económico. Aspecto que caracterizaría en el futuro la acción de gobierno y los principios doctrinarios en materia económica de la Unión Cívica Radical. También sostuvo y luchó por la nacionalización de los ferrocarriles, la limitación de las atribuciones presidenciales, el respeto por el federalismo y las autonomías provinciales y sobre el sufragio libre y denunciando la práctica del fraude electoral.

 
               Al acercarse las elecciones para la renovación del Poder Ejecutivo de la provincia de Buenos Aires, nuevamente se entabla la disputa dentro del autonomismo. Una tendencia apoya al doctor Eugenio Cambaceres que cuenta con el aval de los grandes intereses económicos que existen en el autonomismo, estos pactarán luego con los mitristas, sosteniendo la fórmula Carlos Tejedor-José M. Moreno. La otra tendencia, que constituye el ala popular del partido, que cuenta en sus filas con Alem e Hipólito Yrigoyen, apoya la candidatura de Aristóbulo del Valle. Forman el partido Republicano, el primer partido popular, el partido que anticipó al radicalismo, y que sumó a sus filas a todos las grandes promesas políticas de la Nación. En las elecciones que se realizan el 2 de Diciembre de 1877 son derrotados pero como dijimos se empezaba a gestar un movimiento popular y con fuertes convicciones ético y morales.

            En Mayo de 1878 del Valle se incorpora al Senado. Ante la guerra civil que se declara por la disputa de la presidencia en 1880, entre los partidarios de Roca y Tejedor, del Valle se solidariza con el Presidente Avellaneda, que apoya a Roca, y lo acompaña a Belgrano, presidirá el Senado como presidente provisorio desde 1880 hasta 1881.

                El 30 de Julio de 1880 del Valle e Hipólito Yrigoyen firman la convocatoria llamando a la reorganización del partido Autonomista en un partido nacional. Se funda el P.A.N. Pero no se trata en realidad de un partido nacional centralizado, sino de la unión de partidos provinciales.

                En 1886, Aristóbulo del Valle es nuevamente electo senador nacional. Se diferencia netamente del oficialismo, y muestra abierta oposición a la política que imprime el Presidente Juárez Celman. Con su amigo Leandro N. Alem y el joven Francisco Barroetaveña, inicia la organización de la juventud culta de la ciudad, para proyectarla luego en un movimiento popular armado para derrocar al presidente. De esta iniciativa nacería la Unión Cívica de la Juventud, luego unión Cívica y de allí se gestaría la Revolución del Parque. Su casa y su estudio fueron las sedes en las que se celebraban las reuniones preparatorias de la conspiración civil y militar que estalló el 26 de julio de 1890. Fue el máximo responsable de la planificación y coordinación de las diversas tendencias revolucionarias. Derrotada la revolución en 1890 presenta su renuncia al Senado. "Desde el día en que alcé las armas contra el gobierno actual de la República, por los motivos expresados en el manifiesto de la Junta Revolucionaria, de la que he formado parte, quedé separado de hecho e irrevocablemente del Senado." La renuncia es aceptada. Al año siguiente volvería a ser electo al Senado.

            Se lanzó de lleno a la organización de la Unión Cívica a la que consideraba que debía dotarse de una estructura orgánica y principios doctrinarios claros.  Más tarde, La Convención de la Unión Cívica proclamó la fórmula Bartolomé Mitre-Bernardo de Irigoyen el 17 de enero de 1891. Pero Mitre fue tentado por el General Roca, quien le propuso el acuerdo para suprimir la lucha electoral. La política del acuerdo fue rechazada por los sectores que respondían a Alem y Del Valle, esta división generará el nacimiento de la Unión Cívica Nacional (Mitrismo) y aquellos dirigentes anti acuerdistas, darán nacimiento el 26 de Junio de 1891 a la Unión Cívica Radical y el 1° de Julio proclamó la fórmula Bernardo de Irigoyen - Juan Garro.

                Aristóbulo, siguió a Leandro Alem para fundar la Unión Cívica Radical. La situación nacional era comprometida, a la crisis política hubo de sumársele el agravamiento de la situación económico-financiera; razón por la que el Presidente Pellegrini decidió convocar a una "junta de notables" para encontrar una solución acordada a los comicios presidenciales que se avecinaban. Convocado Aristóbulo, manifestó: "Ni ese propósito, ni las deliberaciones ulteriores tendrán resultados si en ellas no se da participación a la Unión Cívica Radical". Durante la presidencia de Luis Sáenz Peña en 1892 fue convocado a desempeñar el Ministerio de Guerra con funciones extraordinarias cercanas a un Primer Ministro, con el fin de dar sustento a un gobierno débil, una vez asumido el cargo,  ofrece todos los otros ministerios a la Unión Cívica Radical. Pero tanto Alem como Yrigoyen y Bernardo de Irigoyen no aceptan por cuestiones de intransigencia, pero avalan la posición de Aristóbulo.

                En esas circunstancias Aristóbulo del Valle organizó con Hipólito Yrigoyen la Revolución de 1893 en la que, debido a su cargo de Ministro de Guerra, le tocó desempeñar un papel crucial. El primer acto de gobierno consistió en imponer el desarme de las milicias provinciales. La decisión no pasó inadvertida para sus enemigos políticos que adivinaron las intenciones reales. Estas milicias constituían una guardia privada de las oligarquías que habían transformado a las provincias en feudos. El estallido de una revolución organizada por el Radicalismo bonaerense se produjo en 82 pueblos de la provincia simultáneamente. Estallaron también movimientos revolucionarios organizados por el Radicalismo en las provincias de San Luis y Santa Fe.

                El plan de Aristóbulo del Valle era, ante el levantamiento en armas de la Unión Cívica Radical, decretar la intervención de la Provincia de Buenos Aires para garantizar elecciones libres, condiciones en las que era por demás conocido que triunfaría la UCR. El plan falló debido a la resistencia del Congreso a aprobar la intervención. Aristóbulo del Valle pudo entonces, debido a su posición en el gobierno, dar un golpe de estado y definir favorablemente el curso de la revolución, como le pedía Leandro Alem. Pero sus fuertes convicciones legales lo llevaron a rechazar esa opción, aún a costa de un nuevo fracaso de la revolución, su respuesta fue clara: “No doy golpes de Estado porque soy un hombre de Estado”.

                Renunció a su cargo el 12 de agosto de 1893, finalizando así un agitado período de 36 días en los que procuró llevar a la práctica desde el poder lo que había predicado desde la oposición e intentado por la vía revolucionaria. Un programa de reparación nacional, basado en la Constitución Nacional, desplazando a los gobiernos ilegítimos para posibilitar la reforma electoral que abriera los canales a la participación popular en la dirección de la cosa pública.

            Tras su alejamiento del gobierno, reabrió su estudio jurídico y se dedicó a su cátedra de Derecho Constitucional en la Universidad de Buenos Aires y fue designado Rector del Instituto Libre de Enseñanza Secundaria. Sin embargo, siguió ligado a Alem e Yrigoyen, en 1894, con motivo de las elecciones legislativas que dieron el triunfo a la U.C.R., aparecieron juntos Del Valle, Alem, Yrigoyen y Demaría. Inclusive, participó de la comitiva radical que llegó a Santa Fe el 11 de febrero de 1894 en plena campaña electoral, acompañando al candidato de este partido el Dr. Joaquín Cullen.

                Su frágil estado de salud, afectado por la diabetes y la insuficiencia cardíaca, lo tuvo alejado de la militancia activa pero intentó seguir apoyando a sus amigos, falleció el 29 de enero de 1896, a causa de una angina pectoris. Las lágrimas de Alem en el cementerio le impidieron terminar el discurso de despedida. Sus restos se encuentran sepultados en el Cementerio de la Recoleta, a pocos metros del Panteón a los Caídos en la Revolución del '90.
 

Pablo Eduardo Vázquez

domingo, 20 de diciembre de 2015

OCTAVIANO VERA: El Radicalismo Tucumano y otra Gobernación


                     Octaviano Segundo Vera  nació en Yucumanita y bautizado en la Parroquia de Medinas, un pueblito colonial del departamento de Río Chico, Tucumán el 29 de junio de 1878, creció en el seno de una familia de antiguos propietarios rurales establecidos en la campaña del sur de la Provincia de Tucumán. Hera hijo de Octaviano Vera y Rosa Juárez.

                En lo que concierne a sus actividades privadas, se desarrolló en el ámbito agropecuario continuando  las tareas que había iniciado su padre, además, se desempeñó como procurador judicial durante largo tiempo y periodista.

                Desde muy joven participó en política, primero, siendo uno de los caudillos locales del Partido Unión Liberal de tinte conservador, ejerciendo su influencia electoral en los pueblos de los departamentos de Chicligasta, Aguilares y Monteros. En 1912, con el avance de la Unión Cívica Radical como fuerza política, Octaviano Vera se sumó a las filas del radicalismo tucumano. Fue por sobre todas las cosas un hombre de partido, que hizo de la política el eje central de su vida hasta el punto de haber gastado toda su fortuna en esta actividad, Además le proporcionó toda su energía desde el movimiento inicial de 1902, que dio nacimiento a la Unión Popular y de ahí pasó a la Unión Cívica Radical la que lo contó como su soldado hasta su muerte, Octaviano Vera era un hombre que poseía un gran caudal dialéctico que le otorgaba una gran oratoria que él mismo ejercía sobre sus adictos y pobladores a los que se pronunciaba.

                El triunfo de Hipólito Yrigoyen en 1916, tuvo su impacto en Tucumán con la llegada al poder de los radicales, quienes llevaron como gobernador a Juan Bautista Bascary. El gobierno de Bascary fue tumultuoso, sin que pudiese ejercer la administración en forma ordenada, ya que fue obstaculizado por una legislatura opositora tanto por los enfrentamientos internos entre personalistas y antipersonalistas como por el poder que seguía ejerciendo la elite conservadora. Mientras tanto, Vera era elegido en 1917 Legislador Provincial en Tucumán.

                En 1919 Vera sería elegido Diputado Nacional, aquí comenzó la candidatura a la gobernación de Tucumán, mantenida con un gesto de rebeldía contra las imposiciones del presidente Yrigoyen; fue esa su hora, el pueblo lo rodeó y lo llevo a la gobernación.

                La Unión Cívica Radical de Tucumán se había prácticamente escindido producto de las luchas internas entre las fracciones de "bascarystas" y "veristas". Esta división favoreció al Partido Liberal, que se adjudicó la mayoría en la elección de diputados nacionales de 1920. Esto hizo que la UCR volviera con premura a unirse para los comicios de renovación de la Legislatura Provincial en marzo de ese año. Ésta unión de todo el radicalismo logró encauzar la situación electoral y volvieron a imponerse en las mencionadas elecciones.

                La intervención federal de 1920, habilitó el llamado a elecciones para suplantar a Bascary, circunstancia que favoreció la candidatura de Octaviano Vera, estas elecciones cristalizaron abiertamente el enfrentamiento entre los partidarios de Yrigoyen, llamados "personalistas" o "rojos" y sus opositores "antipersonalistas". Los anti yrigoyenistas tucumanos, con el apoyo explícito de Vicente Gallo y del industrial azucarero Ramón Paz Posse, sostuvieron la candidatura de Octaviano Vera a pesar del veto interpuesto por el Comité Nacional de la Unión Cívica Radical, triunfando en las elecciones y asumiendo la gobernación en febrero de 1922.

                El veto interpuesto por el Comité Nacional de la U.C.R. a la candidatura de Vera, fue interpretado por los otros grupos de radicales tucumanos como una autorización para desobedecer y boicotear su gobierno. Habiendo asumido la gobernación, designó como sus ministros a los jóvenes abogados, Celedonio Gutiérrez como ministro de gobierno y a Eudoro Aráoz como ministro de hacienda, con quienes tuvo que sortear la oposición sistemática de la Legislatura, compuesta por legisladores conservadores y por los radicales yrigoyenistas.

                Vera, una vez que asumió como Gobernador, quiso cambiar las estructuras y los intereses de la difícil provincia, buscó el apoyo de los obreros azucareros de los ingenios y del surco como su base electoral y su fuerza de choque ante los empresarios azucareros y las fuerzas políticas opositoras, con un discurso de fuerte tono contra los intereses de los industriales azucareros, como su tendencia a la protección de los sectores obreros, su intento de gravar la actividad azucarera a fin de reforzar los ingresos del estado y habilitar la incorporación de nuevos sectores sociales a la administración pública provocó una violenta reacción de los conservadores y los radicales personalistas. En este periodo se sucedió una seria crisis de la industria azucarera generada por las pésimas cosechas de los años anteriores, cuyos efectos sociales promovieron numerosas huelgas y disturbios en las localidades más importantes de la provincia. Apoyado por los sectores sociales más castigados, enarboló como símbolo una alpargata. Se lo llamaba el “Gobernador de la Alpargata” porque los cañeros tenían por símbolo una caña de azúcar y en la punta enarbolaban una alpargata.

                Este periodo fue crítico para los productores de caña de azúcar, pues se manifestaron los efectos de la caída de rendimientos del tipo de caña llamado "criolla", la cual comenzó a ser suplantada por la caña tipo "java" con mayores porcentajes sacarígenos. Este proceso empobreció a los pequeños y medianos productores, quienes no pudieron suplantar sus cultivos por la especie de caña "java", rechazando los ingenios sus cosechas, lo que aumentó el descontento social. La crisis afectó los ingresos del estado provincial, por lo que Octaviano Vera recurrió a un impuesto sobre la industria azucarera, para equilibrar las cuentas, aunque en el plano político implicó el abroquelamiento de todos los sectores poderosos de la provincia contra su gobierno, acompañados por las distintas facciones radicales, compuestas principalmente por los yrigoyenistas.

                Dentro de los aportes que intentó realizar, Octaviano Vera envió a la Legislatura numerosos proyectos de carácter laboral, estableciendo la jornada de trabajo de ocho horas o el seguro médico por accidentes de trabajo en los ingenios, lo que arreció la oposición de los industriales azucareros. Estas leyes, junto con el presupuesto para el año 1923, fueron aprobadas por los diputados partidarios de Vera, luego de haber sido intimidados a permanecer en el recinto bajo la guardia de la policía provincial.

                En setiembre de 1923, los opositores lograron aprobar el juicio político a Octaviano Vera en la Legislatura, siguiendo la embestida de uno de los propios partidarios de Vera, el ex-diputado nacional, Pedro León Cornet. Vera ordenó clausurar la Legislatura, el 2 de octubre de ese año, entablando una áspera disputa con el Ministro del Interior José Nicolás Matienzo a quien habían recurrido los opositores. Sus propios partidarios se dividieron, mientras algunos de ellos hicieron causa común con los radicales yrigoyenistas.

                Ante la total dispersión del radicalismo tucumano y el estado de convulsión social, el Presidente Marcelo Torcuato de Alvear decretó la intervención a la Provincia de Tucumán, el 29 de octubre de 1923, haciéndose cargo del gobierno, el Interventor Federal, el Dr. Luis Roque Gondra. La intervención federal llamó a elecciones, para el año siguiente, sin que las fracciones radicales pudieran acordar un candidato único, hasta que el 12 de marzo de 1924, finalmente consensuaron el nombre del Presidente de la Corte Suprema de Justicia provincial, el doctor Miguel Mario Campero, quien triunfó en las elecciones de abril de ese año.

                Octaviano Vera terminó su carrera política con el fin de su gobierno. Debió soportar acusaciones de enriquecimiento y de peculado en el ejercicio de sus funciones como gobernador, cargos que jamás pudieron ser comprobados durante las gestiones posteriores de Gondra y la gobernación de Miguel Mario Campero. La política había dejado a Octaviano Vera en la más completa miseria, falleciendo en San Miguel de Tucumán, producto de una hemorragia cerebral el 27 de agosto de 1927.

Bibliografía Consultada:


·         Paéz de la Torre, Carlos, "Historia de Tucumán", Buenos Aires, Ed. Plus Ultra, 1987

 

Pablo Eduardo Vázquez

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Delfor del Valle: La Intransigencia Yrigoyenista

                Délfor del Valle nació en Dolores, provincia de Buenos Aires el 3 de Agosto de 1862, sus padres eran el Capitán Narciso Del Valle y Valdivieso y Luisa Álvarez, ambos fallecidos en 1871 por una epidemia de fiebre amarilla. Era sobrino del Dr. Aristóbulo del Valle, quién se cree que lo crio luego del fallecimiento de sus padres, y nieto del Coronel Narciso del Valle, Edecán de D. Juan Manuel de Rosas.
                Delfor, contrajo matrimonio con María Luisa Lacasa con quien tuvieron dos hijos, María Luisa y Delfor (H) quien luego sería un prestigioso médico. En su actividad profesional y privada, era Martillero público, además se desarrolló como periodista, trabajando en El cronista del Plata, redactor ya en 1883, La Época como director, Suscriptor de El Nacional de Dolores y Hechos e Ideas, 1935.

                Delfor Del Valle, participó desde el comienzo de todos aquellos acontecimientos que terminaron dándole nacimiento a la Unión Cívica Radical, desde muy temprano cuando se formó la Unión Cívica de la Juventud. Sus estrechos lazos con Aristóbulo Del Valle quien además de ser su tío es quien se dice que lo crio una vez fallecidos sus padres le dio una posición ventajosa a la hora de engullirse de todas aquellas ideas que su propio tío pregonaba como eran el sentido Patriótico, el ser nacional, la lucha por un estado Republicano, federal y democrático, como así también la defensa irrestricta por la Constitución nacional y el sufragio libre, y los deseos compartidos de terminar con esa oligarquía gobernante y fraudulenta que se servía de la Nación para complacer sus propios intereses. De todos estos conceptos doctrinarios Delfor Del Valle se hizo eco, los tomó como propios y fueron la razón de su lucha, siempre fiel a su otro amigo Hipólito Yrigoyen.

                Su trayectoria es vastísima, denunciando su gran compromiso con la patria y con los principios doctrinarios de la Unión Cívica Radical, siendo siempre ejemplo de conducta e integridad ético y moral.

                En 1891 es uno de los participantes y delegados a la primera Convención Nacional de la Unión Cívica Radical donde se constituyen las autoridades partidarias en la Provincia de Buenos Aires.

                En 1892 es uno de los integrantes en la Convención de la Provincia de Buenos Aires que aprueban la primera Carta Orgánica, en el mismo año es Convencional Nacional en la Convención Nacional de ese año.

                En la Revolución Radical de 1893 su participación será la de liderar a las fuerzas cívicas que se levantaron en San Fernando, además, el 3 de agosto, desde la zona Norte arribó a Temperley al mando de 500 hombres. Fue electo Diputado Nacional para el período 1894 – 1898, durante este mandato, promovió y obtuvo la sanción de leyes como la creación de las Intendencias Militares y los Depósitos de remonta del ejército.

                En 1896 es electo delegado a la Convención Nacional, un año después en la mencionada convención se manifestará abiertamente en contra de la política acuerdista y planteando sostener y mantener la intransigencia partidaria.

                En 1904 es elegido vocal al Comité Nacional de la Unión Cívica Radical, y en 1905 es delegado por la Junta Revolucionaria en Córdoba, además de ser el gestor de los preparativos para la revolución en Santa Fe.

                En 1909 es Convencional en la Convención Nacional que decide el abstencionismo, en esa misma convención es elegido Secretario al Comité Nacional.

                En 1912 fue elegido diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires. Luego, en 1915 es elegido Secretario de la Mesa Directiva del Comité de la Provincia de Buenos Aires y Presidente de la Mesa Directiva de la Convención Nacional. Más tarde, sería elegido nuevamente diputado nacional en 1916. Durante la primera presidencia de Hipólito Yrigoyen (1916-1922) fue director del Diario La Época, órgano de la Unión Cívica Radical.

                En 1920 asume nuevamente otro mandato como diputado nacional. En 1922 es elegido Delegado al Plenario del Comité Nacional y fue elegido senador nacional por la Provincia de Buenos Aires, en este mismo año, siendo diputado nacional, es elegido senador nacional para el período 1922 - 1931.

                En 1924 es elegido delegado a la Convención de la Provincia de Buenos Aires y delegado al Comité Nacional. En 1928 es Presidente de la Convención de la Provincia de Buenos Aires y delegado a la Convención Nacional.

                Obtuvo para la ciudad de Dolores, su ciudad natal, a través de su gestión, la construcción de los edificios de la Escuela Normal, del Colegio Nacional y de la Escuela de Artes y Oficios. Le donan un terreno y él lo da a la municipalidad donde se construye el estadio deportivo que lleva su nombre.

                Finalmente, después de toda una vida dedicada a la política, a la República y a la Unión Cívica Radical, llevando adelante los más honorables valores y principios doctrinarios, falleció en Buenos Aires el día 4 de noviembre de 1950 a los 88 años.

 

Pablo Eduardo Vázquez

sábado, 24 de octubre de 2015

Juan Bautista Bascary: El Radicalismo Tucumano

                Juan Bautista Bascary Esteves, nació en San Miguel de Tucumán el 24 de octubre de 1872, fue el segundo de cuatro hijos que surgieron del matrimonio entre Juan Bautista Bascary Díaz y Carmen Esteves Torres, tenía ascendencia vasco-francesa por parte paterna, sus hermanos eran Amalia Bascary Esteves, Dolores Bascary Esteves y Carmen Bascary Esteves.
                Se educó en el colegio del Salvador de Buenos Aires. Luego de finalizar sus estudios, se dedicó a actividades de tipo comercial como consignatario de azúcar. Debido al auge de la actividad azucarera en Tucumán, logró una excelente posición económica. Su gran capacidad  claramente demostrada en su actividad privada lo llevó a desempeñarse como miembro directivo de la Bolsa de Comercio de Tucumán, allí una vez más vio crecer su prestigio producto de la inteligencia con la que supo desarrollar sus funciones. Soltero durante toda su vida, fue un hombre de mundo, dotado de condiciones sociales, viajero y elegante.

                Se inició en la política en 1915, enrolándose en las filas de la Unión Cívica Radical, aquel novel Partido que intentaba cambiar la realidad política y social de nuestro país, y para Bascary ningún otro Partido simbolizaba mejor en su ideología y doctrina los cambios que para él debían producirse en Tucumán, que la misma U.C.R.

                Su primera intervención en cargos electivos lo catapultó a ser concejal de San Miguel de Tucumán y a partir de allí expresar el ideario radical a través de la gestión deliberativa, esta intervención le daría una mayor dimensión dentro del mapa político de la Provincia.

                Ya en 1916, al producirse la división de la UCR ésta, se dividirá en los sectores "rojo", que seguían a Juan Bautista Bascary y el "azul", que respondía a Pedro G. Sal, los primeros constituyeron una logia que se denominaba "El Témpano". En esta logia, participaban Ignacio Toledo (h), Miguel de la Rosa, Ernesto M. del Moral, Patricio Correa Uriburu, Juan Bautista Bascary, Marco A. Maciel, Enrique Galván y Octaviano S. Vera.

                La logia “El Tempano”, pretendía representar integrales y absolutas transformaciones en la vida política de la provincia". Era una fuerza empujada por la necesidad trascendental que necesitaba el pueblo de la Provincia de Tucumán de que ésta, atravesara por una reformulación absoluta en materia social, tal vez sin comprender en todo su hondo significado, y la misión que desempeñaba en aquel solemne momento histórico, se embarcó en tal compañía en un momento donde el sistema casi feudal y una situación de aparente esclavismo eran amparados bajo el manto que le ponía el régimen conservador a través de las familias más importantes de Tucumán.

                Juan Bautista Bascary, sería elegido por sus correligionarios como candidato a la gobernación por la UCR, en 1916. Triunfó en las elecciones sobre la Concentración Conservadora, que llevaba como candidato al industrial azucarero Alfredo Guzmán, mientras que un sector del radicalismo, denominado "azul", había llevado como candidato a gobernador a Pedro G. Sal.

                Bascary asumió el gobierno provincial el 2 de abril de 1917, convirtiéndose así en el primer Gobernador Radical de Tucumán, más allá de la Gobernación de Juan Posse que fue gobernador antes del nacimiento de la UCR y luego se enrolaría en las filas de la Unión Cívica Radical.

                La llegada a la gobernación del partido radical a través de Juan Bautista Bascary, será con el firme objetivo de poner sus aspiraciones en la regeneración social de una provincia con grandes estigmas feudales. Durante las administraciones conservadoras, toda la provincia y en especial en el interior persistían viejos usos y costumbres, que chocaban con  el ambiente de civilidad de que hacía gala la élite tucumana. Las condiciones materiales de vida y trabajo de los peones permanentes y zafreros eran de una situación de casi esclavismo y vivían en condiciones infrahumanas. El radicalismo se había propuesto cambiar esta realidad y mejorar las condiciones de los trabajadores.

                Debido a esta situación social de la Provincia, amparado todo este clima por los sectores más poderosos, es que Bascary encontrará fuerte resistencia en los cambios que el radicalismo a través de su gobernación quería implementar, transformando su mandato en un verdadero tormento al que lo llevaron los grupos concentrados de poder que aún y a pesar de la derrota conservadora seguían teniendo gran influencia en la vida política de Tucumán.

                Para los miembros de la dirigencia provincial de la UCR, la cuestión social, se  había transformado en un estigma y se preocupaban por cambiar las malas condiciones del obrero. Mientras tanto, la aristocracia, ponía obstáculos en tratar en la Legislatura, proyectos de ley de mejoras sociales y reglamentar la ley nacional para el mundo del trabajo de hombres, mujeres y niños, que se habían aprobado en el Congreso para el ámbito federal y los territorios nacionales.

                El grupo de propietarios de ingenios, se resistió a promover modificaciones en la calidad de vida y de trabajo de los peones. Hubo que esperar al año 1917. En Tucumán se adver­tía con gran claridad una situación de explotación humana, primitivez y un sistema de vida injusto desde el punto de vista de la dignidad humana. Es fácil comprender de qué manera los gobiernos de la Unión Cívica Radical resultan progresistas es fácil comprender el drama de Juan Bautista Bascary.

                El gobierno de Bascary fue de gran agitación, como consecuencia de la transformación del panorama político local y la llegada de Hipólito Yrigoyen a la Presidencia de la Nación. En la Cámara de Diputados de la Legislatura provincial predominaron los radicales azules y los conservadores quienes impidieron la gestión de gobierno de Bascary generando la virtual parálisis de la administración. Las Cámaras decidieron someter a un juicio político al gobernador en 1917 y constituyeron un gobierno paralelo presidido por el presidente del Senado, León Rougés. Bascary recurrió al gobierno nacional aduciendo que esta medida de los opositores respondía a su iniciativa de proceder a una nueva evaluación ordenada para el pago de la contribución directa sobre la propiedad, que afectaba los intereses de los grandes propietarios. La constitución de la legislatura por miembros de los grandes productores e industriales azucareros provocó la reacción ante la medida. Bascary denunció que "los legisladores eran designados en cónclaves familiares y por transacciones de equilibrio entre círculos distanciados del pueblo. El apellido, el vínculo financiero y la dependencia económica determinaban la actuación dentro del Partido". Alegó que el juicio en su contra por la legislatura estaba viciado, apelando a su elección por el Pueblo y para el Pueblo.

                Bascary contaba con el apoyo de su primer diputado provincial radical de Tucumán y posterior presidente de la cámara el Dr. Alberto Aybar Augier, los dirigentes Felipe S. Pérez, Enrique Galván, todos ellos fieles al sector yrigoyenista y amigos personales del Dr. Hipólito Yrigoyen.

                La U.C.R. "personalista" o "roja", que apoyaba a Bascary comenzó un acelerado proceso de fragmentación: se dividió en "negros" y "sovietistas", estos últimos agrupando a los obreros de los ingenios azucareros. Yrigoyen intervino la provincia a pedido de Bascary el 26 de diciembre de 1917 hasta el 27 de julio de 1918, para reponerlo en el gobierno nuevamente en la mencionada fecha. La situación continuó siendo conflictiva hasta que el 7 de diciembre de 1920, el gobierno nacional intervino definitivamente la provincia, desplazando a Bascary de la gobernación por los Comisionados nacionales Juan M. Garro y Julio B. Lezana.

                Juan Bautista Bascary dejó su cargo de gobernador totalmente empobrecido por la política. Las elecciones provinciales siguientes llevaron al poder a Octaviano Vera, quien también sufriría los embates de los poderosos intereses de los industriales azucareros ante su tentativa de introducir reformas laborales y permitir el acceso a la administración provincial de los incipientes sectores medios tucumanos.

                Mientras tanto, Bascary no volvió a participar en política y falleció en la más completa pobreza el 18 de marzo de 1933 en san Miguel de Tucumán.

 

Pablo Eduardo Vázquez